sábado, 2 de abril de 2011

La comodidad

En mi casa teníamos un sofá cama, que además de ser horrible ha sido la cosa más incómoda en la que me he sentado, toda la estructura de alambres se me clavaba a medio episodio de two and a half men y mi usual impaciencia comenzaba a aflorar.
Después de varios meses buscando un sofá nuevo llegué nuevamente a la misma conclusión, parece que todas las cosas que se venden en este país llevan incluídos los principios de la revolución cultural china en toda regla, porque están hechas, se supone, para el mismo tipo de gente y son todas iguales! (¿o serán los princpios del capitalismo? ya no sé...) Esos sofás de tres metros, con los brazos redondeados, llenos de colochos, con tapicería estampada y una mesa de centro de vidrio y que rondaba los mil dólares, incomprensible para un objeto, que según mis gustos, es tan poco amigable estéticamente hablando era lo único que encontré y no había nada más que eso. No era posible encontrar un punto intermedio entre el incómodo sofá cama y el enorme sofá lleno de colochos.
Finalmente después de excursiones por tapicerías apareció el carpintero que podía hacer una cosa "normal" sin tanto colocho. Y aqui estoy, disfrutando del comienzo del sábado sentada en mi sofá nuevo, oyendo las chicharras, disfrutando del olor a tierra mojada (no, no está lloviendo, están regando el jardín)  y disfrutando de esa a veces efímera y superficial, pero agradable sensación: la comodidad.


viernes, 1 de abril de 2011

¿Por qué escribo yo? sí hay suficientes blogs

Abro el blog, o más bien lo intento-veremos si camina- como por quinta vez en los últimos años, últimamente me he dedicado a leer varios blogs sobre poesía, política, decoración...y me anima ver que las personas tienen inquietud por compartir sus inquietudes, no sé si sea por suerte o por desgracia pero útimamente tengo horas muertas y quizás podré aprovecharlas aquí, mezclando mis intereses, dudas, miedos con forma de canciones, párrafos, imágenes que de alguna forma resuman mis días.

Me da un poco de corte sentirme expuesta, pero aqui voy.